A poca gente conozco a la que le guste esperar o, al menos, que no le importe. Normalmente nos molesta, nos ponemos nerviosos, no sabemos qué hacer, miramos continuamente el reloj, leemos todos los tweets[…]
A poca gente conozco a la que le guste esperar o, al menos, que no le importe. Normalmente nos molesta, nos ponemos nerviosos, no sabemos qué hacer, miramos continuamente el reloj, leemos todos los tweets[…]