Normalmente valoramos a una persona por su aspecto y por cómo habla o se comporta. Las personas con TEA no se distinguen físicamente de cualquier otra, aunque los demás si los ven diferentes por su conducta social y la forma de expresarse, moverse y relacionarse.
Mi hijo Sergio no entiende las reglas sociales. No distingue cuando le dices algo en broma, los dobles sentidos o las frases hechas. Su literalidad le lleva a confudir situaciones y a no saber comportarse correctamente en determinados momentos sin ser consciente de ello. La mayoría de los niños aprenden las reglas de conducta social espontáneamente de lo que ven a su alrededor, en cambio los niños con TEA tienen más dificultades para ajustar su comportamiento social y necesitan recomendaciones explícitas.
En más de una ocasión, Sergio ha hecho comentarios hacia otra persona que, aunque verdaderos, no eran nada apropiados. También ha hablado con desconocidos a los que ha pedido favores o comida.
Para enseñarle que no se puede tratar del mismo modo a todas las personas y siempre guiados por su terapeuta, confeccionamos una diana de colores en la que aparecen los nombres de las personas de nuestro entorno a las que asignamos un color en función del grado de confianza y familiaridad que tiene con ellas. Para clasificar a cada persona con su color nos apoyamos en la historia y recomendaciones del libro “Mi mamá es verde mi vecino naranja”, de la editorial CEPE. En nuestra diana encontramos:
En mi último post comenté que la mayoría de los autistas son aprendices visuales. Esa gran capacidad visual la hemos utilizado para enseñarle a distinguir algo tan difícil para él como es la intensidad de las relaciones.
Con este sencillo código de colores, Sergio va aprendiendo que puede ser confiado y cariñoso con las personas de color verde y que debe evitar cualquier acercamiento con extraños por ser personas rojas.
Es una estrategia es muy útil para explicar las relaciones personales a cualquier niño, tengan o no autismo. Y además es divertido caminar con él por la calle mientras te va diciendo el color de cada persona que vemos.
Me encanta esta técnica para trabajar las relaciones sociales con los niños que tienen dificultades en este aspecto. Soy maestra, lo he usado con varios alumnos y funciona muy bien.
Una vez me dejaron un cuento que se basaba en esta idea, pero ahora no lo localizo. No recuerdo bien el título, si era “las personas de colores”, o algo referente al color naranja… Por favor, si alguien se ha encontrado con este libro y me puede decir exactamente el título y editorial para volverlo a conseguir se lo agradecería mucho, pues me ayudaría a completar el trabajo con mis alumnos cuando utilicemos esta técnica. Recuerdo que el libro tenía nos dibujos muy gráficos que ayudaban mucho.
Gracias, un saludo
Hola Elisandra, catalogar a las personas por colores y trabajar los círculos de confianza es una técnica fantástica y con mi hijo nos ha dado muy buenos resultados. No sé cuál es el libro al que te refieres pero si lo encuentro te lo haré saber.
Muchas gracias y un saludo.
que linda idea!!! muchas gracias
Elisa, gracias por tu comentario.
Me parece una idea súper interesante y como tú dices,muy útil para explicar a todos los niños la diferencia entre familia,amigos y desconocidos