Este año, Sergio cursa 3º de la ESO, con todos los cambios que ello supone: distinto horario, asignaturas nuevas, nuevos profesores… Si para la mayoría de los alumnos el inicio de un nuevo curso supone nervios, miedo, emoción e impaciencia, para un niño con autismo todo se complica un poco más.
Hoy nos hemos reunido en el colegio con la nueva tutora de Sergio y las primeras impresiones han sido muy buenas. Tras casi dos horas, hemos ido perfilando el inicio del curso y la mejor forma de trabajar, siempre coordinados, en beneficio de mi hijo.
Mañana le toca el turno a Nerea, su terapeuta, que se reunirá con todo el claustro de profesores para marcar pautas, explicar conceptos y resolver todas las dudas que puedan tener.
Quería recordaros algunas pautas sencillas que ya publiqué en un post anterior y que a nosotros nos han sido útiles para ayudar a nuestro hijo con la vuelta al cole:
Actitud positiva ante su regreso al cole. Sergio está nervioso por el inicio del nuevo curso donde van a cambiar muchas cosas. Cambia de clase, de compañeros (porque cada año los mezclan) y de profesores. Tiene miedo, y conforme pasan los días está mucho más nervioso. Sus estereotipias se han disparado y le cuesta conciliar el sueño. A nosotros nos preocupa verlo en este estado de ansiedad y sufrimos pensando en lo perdido que irá las primeras semanas. Ante esto, intentamos mantenernos positivos y reforzarle con todo lo bueno que tiene esta nueva etapa que comienza.
Reunión familia-colegio. Como he anticipado, antes de empezar el cole, nos reunimos con su nueva tutora y con el coordinador de secundaria. El objetivo de la reunión es doble: que Sergio les conozca antes del primer día de clase, y que nosotros podamos comentarles las necesidades de Sergio en el aula, así como recibir información del desarrollo del nuevo curso. Esto es algo importante para los niños con TEA, ya que aumenta su seguridad y reduce su ansiedad. Todos los colegios deberían tenerlo en cuenta.
Visitar la nueva clase junto con su profesora, para conocer con antelación el entorno.
Anticipar todas las novedades del nuevo curso con guiones escritos o dibujados y pictogramas.
Preparamos los apoyos visuales necesarios, tanto en la mesa de su habitación como en la del aula para indicarle cuándo debe sacar el material, permanecer en silencio o hacer los ejercicios. Un recurso que nos ha sido muy útil en cursos anteriores es confeccionar el horario escolar con imágenes representativas de cada asignatura. Nosotros hemos pasado progresivamente del horario con pictogramas como el de la imagen, al horario típico que es el que utilizamos actualmente.
Fomentar una buena coordinación familia-colegio-equipo psicopedagógico. Es importante que el entorno del niño con TEA trabaje de la misma forma y en la misma dirección. Para ello, es imprescindible que entre los terapeutas, la familia y el profesorado exista una comunicación fluida y en ambas direcciones. Para nosotros este factor es vital. A la salida del cole, la mayoría de los niños cuentan lo que les ha ocurrido durante el día, sin embargo, Sergio apenas nos cuenta nada y nos cuesta mucho esfuerzo obtener algo de información. Este es el motivo por el que nos preocupa tanto tener una comunicación permanente con sus profesores, lo que actualmente facilitan mucho más las nuevas tecnologías.
Comunicar al colegio la posibilidad de mantener a algún alumno de referencia en su clase. Saber que va a estar con alguno de sus compañeros preferidos es importante para Sergio, le suelen ayudar siempre que lo necesita y eso le genera mucha tranquilidad.
Y, por último, hay padres que solicitan una incorporación progresiva a las clases para que el niño se vaya acostumbrando poco a poco. En nuestro caso, no lo hemos planteado nunca al centro porque pensamos que le perjudicaría más que ayudarle ya que lo ideal para Sergio sería tener un horario único durante todo el año, incluidos los meses de septiembre y junio en los que sólo va por la mañana.
Espero que estos consejos os ayuden a que la vuelta al cole sea un poco más sencilla.
¡¡Feliz curso a todos!!!